EFEAGRO. El sector agrario se ha mostrado tranquilo ante la ola de calor que vive España estos días y considera que no tendrá grandes consecuencias en los cultivos, por haberse dado en su tiempo habitual, si bien sigue preocupado por el desigual régimen de precipitaciones en el territorio.
Así lo han apuntado a Efeagro representantes de las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, quienes han recordado que las olas de calor hacen daño si se dan fuera de los meses verano, en especial del periodo que va entre el 15 de julio y el 15 de agosto, pero que todo lo que sea en estas fechas entra dentro de lo normal.
«El año pasado sí era más alarmante porque desde mayo no llovió y teníamos olas de calor de 40 o 45 grados desde el 15 de mayo; eso sí parece una anomalía», han señalado fuentes de Asaja, que han remarcado que «ahora mismo está haciendo el calor que tiene que hacer en esta época».
Desde la organización han asegurado que, más que el calor, lo que preocupa es la falta de precipitaciones: si llueve en julio y agosto será bueno «para el engorde de del viñedo» y para otros cultivos de secano, como el olivar o el almendro.
Por parte de COAG, han coincidido en que el calor de estos días se encuentra «más o menos dentro de lo normal del periodo de canícula, que va de 15 de julio al 15 de agosto», aunque las temperaturas están siendo más intensas también en la noche y eso supone «un estrés añadido para todas las plantas».
La mayor preocupación está en cómo pueda afectar el calor en las zonas que están sufriendo sequía, como en el Mediterráneo, donde según sus datos los árboles de secano «se están muriendo», ya sean frutos secos, almendro u olivar, porque tienen un «estrés hídrico muy elevado y estas temperaturas aceleran ese proceso».
Desde la organización UPA, por su parte, han manifestado que «este año, a diferencia de los dos anteriores, las olas de calor han llegado a finales de julio» y se traduce en un «desarrollo más adecuado de cultivos como el olivar, el cereal y la vid», a lo que se suma que «los cultivos de regadío también se están desarrollando con normalidad, gracias a las lluvias de invierno y primavera, que han permitido recuperar dotaciones».
No obstante, fuentes de la organización han advertido de que el desigual régimen de precipitaciones provoca que haya zonas que sigan sufriendo sequía, especialmente en Murcia y algunas áreas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana.
Trabajo en el campo
UPA también ha señalado que, desde el punto de vista de la seguridad y la adaptación al calor en el trabajo en el campo, es necesario «extremar las precauciones», tanto a la hora de evitar incendios forestales como cualquier incidente de salud vinculado al calor, adaptando los horarios de trabajo, por ejemplo.
España vivió la semana pasada la segunda ola de calor del verano con temperaturas que oscilaron entre los 40 y los 42 grados en la mitad del país, llegando a escalar hasta los 45 grados en algunos puntos de Andalucía y Extremadura.
