¿Qué tipos de fincas rústicas hay en el mercado y cuáles son las diferencias entre ellas?

finca Fincalista

Las fincas son inmuebles o propiedades que están compuestas por una porción de terreno delimitada; sus limitaciones pueden ser:

Jurídicas: En donde se describe en un documento los límites de la propiedad.

Físicas: El cual consiste en delimitar el terreno con cercados, vallas, muros, entre otros.

Las fincas son representadas como la tierra o inmueble perteneciente a una persona, familia o entidad financiera.

En Fincalista entienden la importancia que poseen las fincas desde tiempos remotos, además de su relevancia económica. Por esa razón, las fincas son diferentes a las propiedades ordinarias, ya que estas tienden a ser dirigidas para el trabajo o para la obtención de una renta.

Categorías de las fincas

Al surgir nuevas normativas que regulen el urbanismo, ha causado que los propietarios se vean limitados al momento de disponer de sus terrenos. Y este aspecto, ha causado una distinción entre las funciones y el destino que se le brinde a la finca, en:

-Fincas tipo rústica: Estas se dirigen al área de ganadería, caza, agricultura, entre otras.

-Fincas tipo industrial: Se dirigen a la construcción de zonas empresariales e industriales.

-Fincas tipo urbana: Cuentan con un mayor valor social y económico, ya que tienen mejor capacidad para la construcción.

Entre estas tres clasificaciones de fincas, se encuentran tipologías más amplias.

Tipos de fincas rústicas y sus diferencias

A la hora de clasificar las fincas rústicas, desde Fincalista.com las dividen en cinco grandes grupos:

-Fincas agrícolas en regadío.

-Fincas agrícolas de secano.

-Fincas forestales.

-Fincas ganaderas.

-Fincas cinegéticas.

No obstante, muchas veces no existe una clara distinción, ya que, el uso múltiple se da en una misma propiedad.

El más claro ejemplo de esto es la dehesa donde conviven el uso agrícola, ganadero, forestal y cinegético.

A medida que la finca crece en superficie es más probable que la diversidad de usos de la finca aumente.

De forma esquemática, estas son las características principales de estas tipologías de fincas:

Fincas agrícolas

Estas fincas están dirigidas al cultivo, y se subdividen según la categoría de cultivo para la cual están destinadas:

En regadío: Son las que disponen de algún tipo de autorización de riego. Esta autorización puede ser bien de aguas superficiales o subterráneas. Generalmente se valoran más las fincas con derechos de agua superficiales procedentes de comunidades de regantes. Sin duda esta es la categoría más premium y con un mayor precio en euros/hectárea. Es importante que el comprador se informe adecuadamente de que, el vendedor dispone de la documentación de riego en regla. Las tres Comunidades Autónomas con más superficie de regadío son Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León.

El precio medio de la tierra de Castilla-La Mancha es inferior al de la media nacional

En secano: Esta tipología es la más diversa y más abundante dentro de este grupo. Aquí se incluyen las fincas de secano de cereal, olivar, almendro, girasol, etc. El rango de precios es muy diverso en función de la provincia, calidad del suelo, entre otros.

Fincas forestales

Estas son las destinadas a la siembra producción y comercialización de productos arbóreos, árboles, madera y todo lo relacionado con ellos.

España es un gran país forestal (tercero en Europa por extensión) pero, no suele existir un mercado activo de fincas para la producción de madera. El precio de estas fincas generalmente obedece a dinámicas locales y cuesta encontrar un razonamiento financiero al valor del suelo.

Fincas ganaderas

Este tipo de fincas son orientadas a la explotación pecuaria y se subdividen según su categoría, por ejemplo:

Ganado extensivo: este grupo de fincas incluye, las fincas tanto de ganado bovino, porcino, ovino y caprino. Generalmente se hace un aprovechamiento del pasto natural para la cría y engorde del ganado. La calidad y precio generalmente se ve afectado por la calidad del pasto, arbolado e instalaciones.

Cebaderos de ganado: estas fincas incluyen cebaderos de ganado más o menos sofisticados que, se dedican al engorde final del ganado y aves. Aunque encontramos este tipo de explotaciones por todo el territorio nacional, sí, es verdad que existe cierta concentración por regiones.

Como ejemplo, el 75% del cebo de porcino de capa blanca se concentra en Cataluña, Aragón, Castilla y León, Andalucía y Murcia. En el caso del vacuno el 38,7% de estos cebaderos están situados en Galicia, el 16,6% en Castilla y León, el 12,0% en Cataluña y el 10,5% en Aragón, estando, él restó repartido de forma más equilibrada entre el resto de CCAA.

Otro tipo de explotaciones ganaderas: dentro de esta segmentación del mercado encontramos las granjas de ordeño, granjas de huevos, etc.

Fincas cinegéticas

Esta tipología de finca incluye aquellas que tienen una finalidad principalmente para la caza. Suelen combinar zonas de monte bajo espeso con otras abiertas y requieren de una extensión mínima para ser consideradas cotos (depende de la comunidad autónoma).

Su precio depende de la cantidad de caza, pastos y ubicación, principalmente, aunque también se ven fuertemente afectadas por las edificaciones anexas que puedan tener. Es normal que el precio de estas propiedades no obedezca a una rentabilidad financiera, ya que su dueño las entiende como un activo de recreo y disfrute y no como una inversión agropecuaria.

Las fincas cinegéticas están dedicadas a la explotación como cotos de caza, tanto privada como pública, y se clasifican de la siguiente manera:

Caza mayor: Gamo, corzo, jabalí, muflón, venado, ciervo, entre otros.

Caza menor: Codorniz, tórtolas, faisán, perdices, conejos, liebres, entre otros.

Con base, en esta tipología tanto el vendedor como el comprador de una finca pueden determinar mejor su valor de mercado.

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