Niveles bajos de la mosca del olivo en Andalucía

A excepción de las provincias de Huelva, Córdoba y Sevilla

mosca del olivo

El estado fenológico dominante en todas las provincias andaluzas es «H» (Endurecimiento de hueso), lo que favorece la atracción de la mosca del olivo (Bactrocera oleae) y su incidencia sobre el fruto, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF).

Además, las condiciones ambientales que se vienen produciendo caracterizadas por suaves temperaturas, ausencia de lluvias y una humedad relativa media, favorece el aumento de la actividad de la mosca.

En los diferentes muestreos realizados sobre los frutos, se aprecia la presencia de orificios de salida en algunas zonas de la provincia de Córdoba.

Estos son indicadores de que en próximas fechas se producirá la salida de nuevos adultos, los cuales originarán la puesta y posterior eclosión de larvas de una nueva generación. Esto provocará un aumento poblacional de adultos, incrementando la incidencia de este agente sobre los frutos.

Provincias

Actualmente, las poblaciones de adultos de este insecto se encuentran en aumento, a excepción de Córdoba y Huelva, que registran un ligero descenso.

En cuanto a la incidencia que está presentando sobre el cultivo, se aprecia un aumento generalizado en todas las provincias, destacando Huelva, Córdoba y Sevilla.

En términos generales, la actividad de la mosca del olivo en el cultivo está mostrando niveles bajos en todas las provincias, a excepción de Huelva, Córdoba y Sevilla, así como en determinadas áreas de cultivo de otras provincias, donde el grado de fruto afectado está alcanzando niveles notables, principalmente en parcelas puntuales de variedades de aceituna de mesa más susceptibles o en zonas de sierra, que presentan temperaturas suaves. Sin embargo, con la previsión de un aumento de las temperaturas y una reducción de la humedad ambiental para los próximos días, se espera que la actividad biológica de los adultos en este agente disminuya.

Indicaciones

Es interesante recordar que la mosca detiene su actividad biológica con temperaturas inferiores a los 6ºC y mayores de 35ºC, siendo entre los 20-25ºC la temperatura óptima para su desarrollo. Las temperaturas por debajo de los 36ºC son favorables para el buen desarrollo de las puestas de mosca y para su propia integridad y una humedad relativa elevada (>80-85%) favorece la incidencia de la plaga.

Asimismo, es conveniente estar informado que entre la fauna auxiliar que puede ejercer un cierto control sobre el crecimiento poblacional de este agente, se encuentra Pnigalio mediterraneus, Psittalia concolor, Eurytoma Martellii, Cyrtoptix latipes y Eupelmus urozonus.

En aquellas áreas de cultivo que, por las condiciones de actividad de este insecto, superen los umbrales de tratamiento establecidos, se aconseja el empleo de materias activas autorizadas por el Registro de Productos Fitosanitarios en el cultivo de olivar y para el control de esta plaga. Es fundamental respetar en todo momento las recomendaciones de uso del fabricante y leer exhaustivamente la etiqueta del envase.

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