La europarlamentaria socialista Clara Aguilera defiende, en una entrevista, un cambio de rumbo en las políticas rurales en 2023, porque existe «una amenaza muy seria de pérdida de explotaciones agrarias en la Unión Europea (UE)».
Aguilera hace balance, en una entrevista con Efeagro, del año que termina, marcado por la guerra de Ucrania y sus consecuencias agrarias, por el incremento de costes energéticos y la pérdida de capacidad productiva industrial y en insumos como los fertilizantes.
A su juicio, existe «una amenaza muy seria de pérdida de explotaciones agrarias en la Unión Europea (UE)», de la que han alertado numerosos expertos y el propio Parlamento Europeo (PE).
Para el nuevo año, aboga por un giro en las medidas de apoyo al mundo rural y que se «corrijan» las políticas comerciales para revertir el envejecimiento de la agricultura. No obstante, afirma que la nueva Política Agraria Común (PAC) garantiza la ayuda al campo y que existen propuestas esperanzadoras como las relacionadas con la captura de dióxido de carbono.
La guerra y su impacto
«El año ha sido duro por la guerra y no solo para la agricultura», ha resumido Aguilera, además de recordar que aunque no faltaron alimentos en la UE sí se ha generado una crisis y riesgo de hambrunas fuera de las fronteras comunitarias.
En relación a las consecuencias en campo ha señalado que «se han multiplicado muchísimo los costes de todos los insumos y se ha agravado una situación anterior».
Aguilera ha añadido que los agricultores y los ganaderos no han tenido capacidad de repercutir tales gastos en los precios finales de sus productos.
También se ha referido a la sequía en España y en otros países, lo que ha complicado la coyuntura.
Ante este contexto y el envejecimiento de la población rural, ha aseverado que existe una amenaza grande de pérdida de explotaciones porque si no se puede repercutir el coste de producción en los precios de los alimentos existe «un gran problema».
«La PAC es una ayuda pero las pymes se ven abocadas a cerrar y nos preocupa que pase, si no hay un cambio», ha apuntado, además de pedir «a los Reyes» que termine la guerra.
Estudios debatidos en el Parlamento Europeo y de «think tanks» o grupos de análisis avalan ese temor a la reducción de explotaciones, ha recordado.
PAC y compromisos verdes
En relación a la entrada en vigor de la nueva PAC, el 1 de enero, Aguilera ve el campo español preparado, «porque el campo siempre está preparado para lo que le echen».
Entre los cambios positivos destaca, por ejemplo, que se ponga un tope a las subvenciones porque «200.000 euros de ayuda pública para una explotación ya está bien», que se visibilice más el papel de las mujeres y una redistribución de las ayudas.
Sin embargo, reconoce que los ecorregímenes, que condicionan el 25 % de las ayudas a prácticas ambientales, «van a generar confusión porque el agricultor no tiene toda la información».
No obstante, asegura que en general el Plan Estratégico Nacional es «muy bueno», pese a que la UE en su acuerdo sobre la PAC dejó carencias como «no proteger a la ganadería lo suficiente y a los pequeños rumiantes, al borde de la extinción (ovino y caprino)».
La europarlamentaria, por otro lado, reconoce la emergencia climática y la necesidad del Pacto Verde europeo, pero opina que los objetivos que plantea la Comisión Europea (CE) «no responden a la realidad».
En concreto se refiere a la propuesta de reducción de uso de pesticidas con el horizonte de 2030: «No es realista, la legislatura de la UE acaba el año que viene y no plantean alternativas» para el productor.
Corregir las políticas comerciales
Aguilera ha señalado que los acuerdos comerciales están «muy paralizados» lo que para los productores es positivo pero negativo para los exportadores agrícolas.
«Si soy productora y tengo unos estándares quiero que los productos de Mercosur o de México los cumplan también… La política comercial no puede ser oscura, hay que corregirla», ha añadido.
En ese punto ha reconocido que existen avances y que en el último acuerdo renovado, el de la UE y Chile, hay una cláusula de sostenibilidad para que el esfuerzo ambiental afecte igual a las producciones comunitarias y a extracomunitarias. Mercedes Salas (EFEAGRO).
