El Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha recoge en su último número que el oidio, ceniza o cenicilla (Erysiphe necator) es una enfermedad endémica de las viñas de la región.
Advierten que este hongo puede atacar a todos los órganos verdes de la vid. En las hojas los síntomas pueden aparecer tanto en el haz como en el envés, observándose un polvillo blanco-ceniciento. A veces, los comienzos del ataque se pueden manifestar como manchas de aceite, que recuerdan a las del “mildiu”, pero que suelen ser más pequeñas y nunca muestran la típica pelusilla blanca en el envés.
La temperatura es el factor climático que tiene más influencia. A partir de 15ºC comienzan a ser favorables para su progreso vegetativo y propagación. El óptimo se alcanza entre los 25 y 28ºC, temperaturas por encima de 35ºC pueden detener su desarrollo y, temperaturas de más de 40ºC pueden ser letales.
En variedades sensibles se aconseja al menos tres tratamientos:
1º. Cuando la mayoría de los brotes tengan aproximadamente 10 centímetros de longitud.
2º. Inicio de floración.
3º. Cuando los granos tienen el tamaño aproximado de un guisante-garbanzo.