¿Cómo combatir el oidio, ceniza o cenicilla de la viña?

En años con climatología favorable puede causar daños de gran importancia, sobre todo en formaciones poco aireadas

El Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha informa sobre el oidio, ceniza o cenicilla de la viña, una enfermedad provocada por un hongo ectoparásito que inverna en las yemas (micelio) y también en los sarmientos, hojas y corteza de las cepas (cleistotecas). Es endémica de la región y en años con climatología favorable puede causar daños de gran importancia, sobre todo en formaciones poco aireadas. El periodo más sensible es el comprendido entre el inicio de floración y cerramiento del racimo.

El oídio puede atacar a todos los órganos verdes de la vid, fundamentalmente los brotes, sarmientos y racimos, siendo los daños en estos últimos los más importantes, ya que los ataques fuertes ocasionan la detención del crecimiento de la piel, por lo que es frecuente que ésta se agriete y lleguen a rajarse algunos granos produciéndose daños directos en cantidad y calidad de la cosecha y otros indirectos al favorecer la penetración del hongo.

La temperatura, humedad e iluminación son los factores condicionantes para el desarrollo de este hongo. La temperatura es el factor climático que más influencia tiene en el desarrollo de la enfermedad. A partir de 15ºC comienzan a ser favorables para su progreso vegetativo y propagación. El óptimo se alcanza entre los 25 y 28ºC, temperaturas por encima de 35ºC pueden detener su desarrollo y, temperaturas de más de 40ºC pueden ser letales. La humedad ambiental también es de gran influencia en el desarrollo de la enfermedad, dado que con humedades relativas altas comienzan a germinar las conidias.

Para un control adecuado de esta enfermedad hay que conocer tanto los tratamientos preventivos como los tratamientos químicos para detener esta enfermedad.

Tratamientos preventivos

-Realizar las plantaciones de viñas en la dirección del viento dominante, favoreciendo la circulación del aire.

-Realizar las podas de las plantas de vid, el deshojado y desnietado, para facilitar la circulación de aire y de la luz solar, evitando así crear un microclima favorable para el desarrollo del hongo.

-Realizar un abonado correcto, evitando el exceso de nitrógeno que favorece el desarrollo de la enfermedad.

-Elección de variedades menos sensibles a la infección.

-Disminuir el inóculo, eliminando partes de la planta afectada (sarmiento), mediante la quema de estos.

Tratamiento con productos fitosanitarios

Los momentos más oportunos para realizar los tratamientos fitosanitarios se producen cuando:

-Los racimos se hacen visibles (estado fenológico F), teniendo la mayoría de los brotes entre 5 y 10 cm.

-Al comienzo de la floración (estado fenológico I, 5% de flores abiertas).

-Con granos de tamaño guisante (estado fenológico K).

-Al principio del envero (estado fenológico M1, 5% de granos enverados).

Acariosis

En el Boletín informan, además, de la acariosis, uno ácaros que pasan el invierno como adultos escondidos en las escamas de las yemas y en menor cantidad en las grietas de la madera de brazos y pulgares.

Inician su actividad cuando llega la primavera. Al inicio de la brotación los síntomas se manifiestan por una brotación anormalmente lenta, con hojas abarquilladas con abultamientos, nervios muy patentes, entrenudos cortos y un mal cuajado.

Los principales daños se producen al inicio de la brotación, especialmente si en ese momento se producen temperaturas bajas y se alarga dicho periodo.

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