Novedades en ayudas zonas ZEPA, zonas desfavorecidas y de montaña y acopladas a ganaderos

Tras la publicación de diversas órdenes y resoluciones en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha

Unión de Uniones informa que esta semana la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha publicó una batería de resoluciones y órdenes para introducir diversos cambios en la normativa de la declaración de la PAC para 2019.

Para empezar, se ha publicado el Decreto 20/2019, que permite el pago compensatorio Red Natura 2000 a aquellos recintos que han entrado en la segunda ampliación del listado de la Zona A de las ZEPAs esteparias (el famoso “cogollo”), así como la relación de estos nuevos recintos. También se ha publicado la convocatoria para la ayuda a indemnizaciones a zonas con limitaciones naturales (lo que antes se llamaban desfavorecidas y de montaña); así como determinadas adaptaciones, mediante la orden 57/2019, que obedecen a la modificación que se ha producido en noviembre pasado sobre el Real Decreto 1075/2014 de pagos directos y que, entre otras cuestiones, ha creado una nueva figura: la del joven ganadero.

Ayudas a zonas con limitaciones naturales

Respecto de la indemnización para zonas con limitaciones naturales, que se recuperaron en 2018 después de varias campañas de no abrirse la ventanilla, la Consejería alteró hace unas semanas, tal y como Unión de Uniones recogió, las bases reguladoras de estas ayudas pasando de ser ayudas de modalidad de concesión directa a concesión por concurrencia competitiva. Ello permite a la Consejería prorratearlas para reducir su cuantía en el caso de que las solicitudes superen las disponibilidades presupuestas, algo que antes no podía hacer.

La línea tiene disponible, según la convocatoria que se ha publicado, una dotación de presupuesto de 22,3 millones de euros. No obstante, eso quiere decir bastante poco, porque en realidad entre 2016 y 2018 se presupuestaron para la medida más de 45 millones de euros y, sin embargo, lo que se ha pagado de momento no llega ni a 2,5 millones de euros. Esta por abonar toda la campaña pasada de esta medida.

Estos datos son especialmente dolorosos tratándose de la única ayuda que está reservada solo para agricultores y ganaderos a Título Principal (ATP), o sea que viven fundamentalmente de su explotación, inciden desde Unión de Uniones.

Entre las condiciones para acceder a ellas está, además de ser ATP (y activo) tener la explotación, con una superficie agraria útil de al menos 2 hectáreas, en una de las zonas del listado de zonas desfavorecidas, lo que puede consultarse en el anexo de la Orden de bases reguladoras. Los jóvenes agricultores que se hayan incorporado hace menos de 2 años no tienen que cumplir el requisito de renta que se exige para ATP (más del 50 % procedente de la agricultura). También pueden acceder algunas formas jurídicas como SAT, cooperativas y las explotaciones prioritarias de titularidad compartida.

Si se trata de explotaciones ganaderas, la carga ganadera debe estar entre 0,2 y 1 UGM por hectárea de superficie forrajera.

El regadío está excluido de esta ayuda

La cuantía base de la ayuda es de 66 €/Ha., para las zonas de montaña y algo más baja, 50 €/Ha., para aquellas con limitaciones naturales significativas. En función del tamaño de la explotación se reduce dicho importe, que solo se cobra completo para las 5 primeras hectáreas. A partir de ahí se va reduciendo al 75 % hasta las 25 Has.; se cobra el 50 % de las 25 Has., a las 50 y el 25 % por las hectáreas que hagan de la 51 a la 80. Por encima de 80, ninguna hectárea cobra.

El puzle de las ZEPAs

Este año 2019 se vuelven a mover las piezas del puzle de los recintos incluidos en las ZEPAs esteparias en los que se puede cobrar el pago compensatorio por Red Natural 2000. Desde que se aprobara el Plan de Desarrollo Rural donde estas ayudas se contemplaban para la Zona A, se han publicado una modificación, dos ampliaciones y tres decretos; más alguna corrección de errores que, realmente, era una modificación mal disimulada.

Los decretos son calcados, ya que lo único que los diferencia es el ámbito de aplicación: el primero de ellos (el 29/2017) para pagar la ayuda al listado original de recintos y las dos siguientes (el 13/2018 y el 20/2019) para posibilitar el pago en los recintos de cada una de las dos ampliaciones.

En esta ocasión, se incluyen nuevos recintos en Cuenca (San Clemente y Santa María del Campo Rus) de la ZEPA San Clemente; en Albacete (Alcaraz, El Ballestero, El Bonillo y Viveros) de la ZEPA de El Bonillo; en Ciudad Real (Alcázar de San Juan y Campo de Criptana) y Toledo (Dosbarrios, El Romeral, La Guardia, Lillo, Tembleque, Villacañas y Villanueva de Bogas), de la ZEPA La Mancha Norte; en Ciudad Real, pero para la ZEPA de Campo de Montiel en Fuenllana, Torre de Juan Abad y Torrenueva; en Ciudad Real los términos de Campo de Calatrava y Ciudad Real para la ZEPA Campo de Calatrava y, por último, para la ZEPA del Este de Albacete, en San Clemente.

Con esta ampliación se debe cubrir ya la totalidad de hectáreas (del orden de unas 40.000) que pueden formar parte del “cogollo”, no porque haya o no otras con mayor o menor interés desde el punto de vista técnico de sus valores naturales como ZEPA; sino, simple y llanamente, porque se agota la dotación de 41,25 millones de euros destinados a la medida en el PDR. Más ampliaciones implicarían quitar dinero de otras medidas para meterlo en ésta.

Para Unión de Uniones, esta línea de ayudas es sobradamente conocida y no ha dejado de estar ligada a la polémica sobre su atípico procedimiento de concesión. Se trata de los pagos que se otorgan en ciertos recintos que se encuentra en el dominio de las ZEPAs esteparias para compensar la realización de determinadas prácticas agrarias que contribuyan al mantenimiento de los hábitats y especies en zonas de dicha Red Natura 2000.

La cuantía de la ayuda es de 208,2 euros por hectárea para los recintos herbáceos de secano que estén en la lista confeccionada y si se llevan a cabo ciertas prácticas de rotación de cultivos, sobresiembra de semilla, empleo de cereales de ciclo largo, retraso de ciertas labores agrícolas, no laboreos nocturnos, no uso de herbicidas en barbechos, hacer la cosecha respetando la nidificación de las aves, respetar ciertos límites en el cultivo del girasol y dejar franjas sin cultivar. No nos extenderemos en explicarlas, pero pueden consultarse en cualquier de los decretos citados y ya las hemos expuesto alguna vez en estas mismas páginas.

Ni que decir tiene que, además, se deben cumplir todas las normas de condicionalidad de las ayudas y de uso sostenible de fitosanitarios y mantener una actividad agraria en las mismas condiciones que las necesarias para cobrar la PAC.

Lo que hay que tener claro es que estas ayudas se cobran por cumplir esos compromisos concretos en un período de cinco años, pero hay muchas otras limitaciones a la actividad agraria que se aplican en las ZEPAs y que están incluidas en sus planes de gestión, que no son compensadas de forma alguna a los agricultores y ganaderos que las sufren y que son el motivo de las protestas de muchos que se consideran damnificados, cuyas reivindicaciones ha hecho suyas Unión de Uniones de Castilla-La Mancha.

Novedades para los ganaderos

La Consejería ha publicado también la Orden que modifica ciertas normas en relación a las ayudas ganaderas.

Por ejemplo, para cobrar las ayudas acopladas ganaderas los solicitantes tienen que ser titulares de la explotación en las fechas en las que se determina la elegibilidad de los animales (por ejemplo, 1 de enero, 30 de abril y otras dos a determinar, para la ayuda a vacas nodrizas) y al final del periodo de modificación de la solicitud. Con la orden publicada se admite cualquier cambio de titularidad que se haga antes del fin de período de modificación de la solicitud, pero no conviene al ganadero que haga el cambio, ya que quien cobrará la ayuda por todos los animales será en cualquier caso el nuevo titular de la explotación, independientemente de quien lo fuera en las fechas de control. Esta nueva norma ya se hallaba recogida en la modificación del Real Decreto del Ministerio de pagos directos para la PAC de este año.

Luego hay otras dos cuestiones que tienen que ver con la ayuda acoplada al ovino y caprino y, concretamente, con la introducción en la PAC de 2019 de la figura del “nuevo ganadero”.

La primera de ella tiene que ver con los animales que se consideran elegibles. En el caso de jóvenes ganaderos y de ganaderos que comienzan su actividad, que se hayan incorporado después del 1 de enero, los animales con derecho al cobro serán los presentes en la explotación según la última declaración censal disponible a fecha final de plazo de modificación de la solicitud única. La Administración controlará que no se produzcan duplicidades y, si se dan, la prioridad la tendrá en ganadero incorporado.

En cuanto al segundo asunto a considerar, está relacionado con los umbrales para cobrar esta ayuda acoplada al ovino y caprino que, recordamos exigen al menos que salgan de la explotación 0,6 corderos o cabritos por hembra elegible del 1 de junio del año anterior al 31 de mayo del año de solicitud o acreditar entregas de al menos 80 litros por reproductora en el caso de ovino y 200 litros para el caprino. La novedad consiste en exceptuar a los jóvenes o nuevos ganaderos, para los que estos umbrales se prorratearán en función del número de meses transcurridos desde el alta en la actividad.

En todo caso, todas estas cuestiones deberían haber estado previstas y decididas antes del 1 de febrero, cuando se abre el plazo oficial de solicitud y, entre esto y que la aplicación de captura de solicitudes tiene los problemas acostumbrados de todos los años, Unión de Uniones ya ha pedido a la Consejería que amplíe el plazo de solicitud hasta el día 18 de mayo.

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