Unos 100 vecinos de Campillo de Altobuey (Cuenca) firman contra macrogranja

Tras la reunión informativa celebrada en el municipio

Alrededor de cien personas, aforo completo, asistieron a la charla informativa organizada en Campillo de Altobuey (Cuenca) por el Movimiento Vecinal Campillo Pueblo Vivo y Pueblos Vivos Cuenca el pasado 31 de agosto, para informar sobre la posible instalación de una macrogranja de cerdas reproductoras de la empresa Incarlopsa en el término municipal.

En el acto intervinieron Daniel González (portavoz de Pueblos Vivos Cuenca), el doctor Jesús Martínez Moratalla, Inmaculada Lozano (miembro de la Plataforma No a la Macrogranja en Pozuelo y Argamasón) y Juan Vila (empresario local de producción agrícola ecológica).

Daniel González explicó qué es una macrogranja porcina y los impactos socio-económicos y medioambientales que tiene, haciendo especial hincapié, apuntan desde la organización, “en el falso mito de que estas instalaciones frenan la despoblación”.

Según explicó, se puede ver en la propia provincia de Cuenca cómo los municipios que más explotaciones industriales tienen, Garaballa (54.000 cerdos) y Ossa de la Vega (35.000 cerdos), son los que más población han perdido desde 2001 a 2017 (51% y 24%, respectivamente), mientras que Villalba de la Sierra y Campillo de Altobuey, dos poblaciones donde Incarlopsa quiere instalar macrogranjas de madres reproductoras y que mantienen otro modelo de desarrollo rural, han pasado de 569 (2001, INE) a 499 habitantes (Padrón Habitantes) en el caso de Villalba, una pérdida del 12%, y Campillo de Altobuey, de 1676 a 1379 habitantes en el mismo periodo, una pérdida del 17%.

El doctor Jesús Martínez-Moratalla habló de cómo las partículas suspendidas en el aire procedentes de estas explotaciones “son causa de enfermedades respiratorias, como ya se ha comprobado en diversos estudios científicos, así como de las bacterias multirresistentes que se producen a causa del abuso de antibióticos en estas instalaciones y que llegan finalmente al ser humano, provocando la ineficacia de los antibióticos, lo que se plantea desde la OMS que será una gran problema de salud pública dentro de pocas décadas”.
Inmaculada Lozano contó, por su parte, el caso de la zona en la que reside (Pozuelo y Argamasón, en Albacete) donde El Pozo quiere construir una macrogranja de madres reproductoras con 51 naves ganaderas y una producción de lechones anual de más de medio millón.

Por úlitmo, Juan Vila habló de la “enorme oportunidad que tiene Campillo si se enfoca a producir alimentos ecológicos, cada vez más demandados”.

Las personas asistentes, unas 100, mostraron su preocupación ante el proyecto y se quejaron de la falta de información del Ayuntamiento. Es más, explican los organizadores, esta charla ha sido organizada por la Plataforma de Campillo de Altobuey, “dado que el Ayuntamiento se negaba a ofrecer información”. El propio alcalde tomó la palabra en el turno de palabra, asegurando en un principio que no existía ningún proyecto de este tipo en Campillo, palabras que levantaron algún aplauso entre el público, “más tarde reconoció haberse reunido con el gerente de Incarlopsa, haber mediado para comprar las parcelas para la explotación y haber dado permiso para los sondeos de agua, lo que decepcionó a las personas asistentes, que prácticamente en su totalidad firmaron al final del acto contra la instalación de este explotación”.

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