La Estación Regional de Avisos Agrícolas y Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha ha confirmado los daños causados por la avispilla del almendro en la región.
Actualmente, en la Comunidad Autónoma los daños se han ido extendiendo constatándose su presencia en algunos municipios del sur de La Manchuela conquense; en toda La Manchuela albaceteña y municipios de las comarcas de La Mancha (Tarazona de la Mancha, Fuensanta, Montalvo, La Roda); de la zona Centro (Higueruela, Petrola y Corral-Rubio) así como en algunos municipios de la comarca agraria de Almansa (Alpera, Bonete y Fuente Álamo) y en las comarcas de Hellín y Sierra del Segura (Elche de la Sierra).
Desde la Estación de Avisos indican que es una plaga específica del almendro, que está ampliamente distribuida por toda el área mediterránea. Su presencia se detectó en España, por primera vez, en Castilla-La Mancha en julio de 2010 en la provincia de Albacete, en la zona de La Manchuela, en el término municipal de Mahora. Posteriormente, en el 2015, se apreciaron daños causados por este himenóptero en la provincia de Zaragoza y zonas limítrofes a la provincia de Albacete pertenecientes a la Comunidad Valenciana, confirmándose su presencia en 2016.
Síntomas y daños
El síntoma más característico de esta plaga es la presencia de frutos vacíos en el árbol, sin pepita, más pequeños, con poco peso y pueden presentar una exudación gomosa, de color marrón durante el verano-otoño. Estos frutos, en general, permanecen adheridos al árbol después de la recolección.
Para distinguir los frutos no cuajados de los frutos afectados por la avispilla, hay que abrirlos y observar la oruga dentro de la cáscara de la almendra. Al pasar el invierno, los frutos adquieren una tonalidad negruzca (momificados) y en primavera se observa en la cáscara de la almendra, el orificio de salida.
Las variedades más sensibles son las de cáscara blanda y las de brotación tardía (Guara, Ferragnes, Antonieta, etc.) pues coinciden con la salida de adultos y puesta de huevos.
Seguimiento y control
Para la realización de tratamientos con productos fitosanitarios de forma eficaz, éstos deben realizarse en el momento en el que se produzca la emergencia de los adultos. Para la correcta aplicación de los mismos, es preciso conocer el momento de inicio y final de vuelo para programar los tratamientos, ya que estos varían con los años y entre distintas zonas dependiendo de la climatología. La lucha química se dirige a los adultos para evitar que realicen la puesta, por lo que es necesario determinar el momento de vuelo. El huevo y la larva son difíciles de alcanzar por los insecticidas ya que se encuentran dentro de la almendra.
Para determinar el inicio de vuelo se deben colocar trampas en febrero-marzo con frutos infectados, éstos se recogen en el momento de colocar las trampas para evitar variaciones ambientales que modifiquen la evolución de la plaga.
Se puede fabricar una trampa con una botella de plástico opaca y otra transparente. En el interior de la botella opaca se introducen almendras infectadas. Las trampas se colocan en los árboles en las zonas más sombreadas y se controla la aparición/salida de adultos a través de la botella transparente. La aparición de los adultos nos marcará el inicio del tratamiento.
El tratamiento se realiza una vez que aparezcan los adultos en las trampas, éstos se observan en la parte transparente ya que se dirigen hacia la luz. Se podrán utilizar los productos fitosanitarios autorizados en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Para minimizar el uso de los medios químicos, se deben considerar las medidas de prevención y/o culturales. Para reducir los niveles de plaga en la próxima campaña se recomienda, antes de la salida de los adultos, eliminar del árbol los frutos afectados y retirarlos de la parcela.
Es muy importante constatar que las almendras que quedan en el árbol durante la campaña no están afectadas por avispilla, de cara a establecer su presencia en la parcela y realizar los tratamientos para la campaña siguiente.
A través del Boletín de Avisos e Informaciones se comunica la salida de adultos, en el 2017 ésta se produjo a partir del 4 de abril, en esta campaña se observa un retraso en la evolución de los individuos con respecto al año anterior.
Descripción y biología del insecto
Eurytoma amygdali es un insecto himenóptero perteneciente a la familia Eurytomidae. Los adultos son avispillas de color negro, con el cuerpo delgado y alargado. Las hembras miden entre 7-8 mm y los machos tienen una longitud de 4-6 milímetros.
Los huevos son de color blanco, lisos, oblongos, con protuberancias y con una longitud que oscila entre 0,29-0,42 mm y anchura entre 0,15-0,23 mm.
Las larvas (orugas) son de color gris o blanco, con mandíbula de color marrón y pueden alcanzar hasta 10 mm de longitud. Las pupas tienen una longitud variable entre 5 y 7 mm. Al principio son blancas y en su desarrollo van cambiando a negras.
Las avispillas salen de los frutos parasitados en primavera. El adulto perfora las cubiertas del fruto, saliendo al exterior a través de un orificio circular de 1-2 mm. La salida de adultos y la consiguiente puesta de huevos, suele empezar a finales de marzo o principios de abril y dura entre 3 y 4 semanas, dependiendo de las condiciones climáticas.
Tras el acoplamiento, la hembra realiza la puesta en el interior de las almendras, perforando la superficie, puede poner una media de 50-100 huevos repartidos en varios frutos (normalmente 1-2 por fruto). Las larvas nacidas se nutren de la almendra a medida que se van formando, pasan el verano, otoño e invierno alimentándose de ella. La pupación ocurre entre febrero y marzo dando lugar a los adultos que emergen en la siguiente primavera, completando así su ciclo. A veces, una pequeña parte de la población puede completar su ciclo en dos años prolongando su estado diapausa, dependiendo de las zonas.
